Samsung Galaxy Z Fold3: la evolución no para

Pues ha llegado el momento, es uno de los días más importantes del año en lo que al mundo smartphone se refiere. El lanzamiento de los últimos plegables de Samsung siempre es una fecha señalada. Ya tenemos con nosotros los nuevos, Samsung Galaxy Z Fold3 y Samsung Galaxy Z Flip3.

Sin entretenerme más, voy a empezar con el Samsung Galaxy Z Fold3, porque hay mucho que decir. Este año en esencia no vemos un gran cambio en el diseño respecto al Samsung Galaxy Z Fold 2 5G. Un dispositivo que mantiene ese factor de forma y la gran pantalla exterior. Esta fue la gran novedad de la segunda generación y aquí se mantiene.

El diseño se ve excelente. El dispositivo tiene un espesor de 6,4 mm abierto y se mueve entre los 14,4 mm y los 16,0 mm cerrado. Esta variación se debe a que tenemos una bisagra que separa un poco los dos lados. En esta nueva versión tenemos un peso de 271 gramos -ha recortado un poco-. Sigue siendo pesado, pero si lo van afinando. Para mí está casi perfecto, hay que entender que es un dispostivo grande una vez abierto.

Como detalle añadir que tenemos resistencia a salpicaduras IPX8. Samsung ha remarcado aquí que han intentando hacer un dispositivo más duradero, ya veremos en las pruebas -tendréis pronto el análisis-. Está claro que es uno de los puntos débiles de los plegables y uno de los problemas de las primeras versiones de los Fold.

Las pantallas tienen menos novedades de las esperadas, veremos cómo funcionan y qué dureza tienen, aunque Samsung ha asegurado que ha mejorado eso. El Samsung Galaxy Z Fold3 tiene una pantalla en la zona exterior de 6,2 pulgadas con resolución HD+, puede parecer poco pero al ser tan estrecha -tiene un ratio 24,5:9- tenemos una densidad de píxeles por pulgada de 387 ppp. Más que suficiente para casi cualquier acción que queramos llevar a cabo.

Las dos pantallas, tanto la interior como la exterior, son Dynamic AMOLED 2X. Esto que quiere decir que en ambos casos son de tipo LTPO con tasa de refresco adaptativa hasta 120 Hz. Los paneles se adaptan a las necesidades del usuarios, desde los 10 Hz, hasta ese máximo de 120 Hz, intentando optimizar el consumo energético.

La pantalla interior tiene un tamaño de 7,6 pulgadas y una resolución QXGA+, sí, es un poco rara, pero lo importante es que nos mantenemos en 387 ppp de densidad de píxeles -no necesitamos más datos-. Esta pantalla tiene la particularidad de ser flexible, evidentemente es la razón de ser de este dispositivo.

Qué gran noticia nos hemos llevado viendo el hardware. El fabricante coreano ha decidido montar un procesador de Qualcomm en su gama más alta. Este Samsung Galaxy Z Fold3 monta el Snapdragon 888, el más potente del mercado -al menos en Android-, en vez de las soluciones habituales de Exynos. Esto suele significar mejor rendimiento y autonomía, pero hasta las pruebas, no sabremos.

Además dispone de 12 GB de memoria RAM y un almacenamiento interno de 256 GB o 512 GB de tipo UFS 3.1. Una maravilla a nivel de potencia, ya lo podemos intuir. La batería de 4400 mAh nos ha dejado algo fríos, pero veremos las pruebas y la optimización del dispositivo. La carga rápida con un valor de 25 W y una batería dividida en dos (esto suele favorecer a un menor tiempo) esperemos que sean suficientes para paliar pequeños problemas de autonomía. Dispone de carga inalámbrica reversible de 10 W.

Evidentemente tenemos compatibilidad con redes 5G. Dispone de opciones para usar muchos tipos diferentes, incluida mmWave -la más rápida solo compatible con algunos países-. Después, como siempre Samsung ofrece todas las conectividades que podemos necesitar. Respecto a la seguridad, cuenta con lector de huellas en el lateral derecho, en este caso la mejor posición para desbloquearlo abierto o cerrado.

Una de las novedades a tener en cuenta en este Samsung Galaxy Z Fold3 es su compatibilidad con el S Pen. En este caso existe un modelo específico "no Bluetooth" para este dispositivo, el S Pen Fold Edition. Se vende por separado, se podrá incorporar a la funda y tiene funcionalidades limitadas -por ejemplo faltan los Air actions-. Por ahora no sabemos precio o disponibilidad ni del lápiz ni de la funda.

Ahora vamos a prestar mucha atención, porque este Samsung Galaxy Z Fold3 tiene una novedad importante. En la pantalla interior, esa que se pliega, tenemos una cámara bajo pantalla de 4 megapíxeles. Será una cámara de uso secundario, pero siempre sorprende que sea Samsung uno de los primeros en atreverse a esto sabiendo el rendimiento que hemos visto en otros dispositivos. Esto se puede ver raro, pero su uso será testimonial y ahora sabréis el porqué.

En la zona trasera tendremos tres cámaras más. La disposición más habitual en Samsung. Un gran angular, un ultra gran angular y un teleobjetivo, todos de 12 megapíxeles. Tanto el gran angular como el teleobjetivo tendrán estabilizador, en el caso de la focal más larga el fabricante habla de Dual OIS, algo habitual en la gama alta y que seguimos sin saber bien en qué consiste. En esa pantalla exterior también nos encontramos una cámara, podríamos decir la cámara delantera, de 10 megapíxeles.

Este Samsung Galaxy Z Fold3 saldrá al mercado con Android 11 y la nueva capa de personalización de Samsung, OneUI 4.0. Veremos a ver qué tal el trabajo de Samsung en esta versión, pero vistas las últimas, podemos esperar una buena optimización y muchas funciones para aprovechar esa gran pantalla interior.

Y ya para acabar, contaros el precio y disponibilidad de este Samsung Galaxy Z Fold3. Estará disponible en tres colores: Phantom Black, Phantom Silver y Phantom Green. El precio de partida será de 1809 euros para la configuración de 256 GB. Se enviará a partir del 27 de agosto en algunas tiendas como Amazon pero ya se puede hacer la precompra en estos momentos.